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Si me separo no tengo dónde ir: soluciones legales y alternativas

La frase “si me separo no tengo dónde ir” refleja una de las dudas más comunes en quienes se plantean la separación. Más allá del impacto emocional, surge una preocupación muy práctica: la vivienda. ¿Qué ocurre con la casa familiar? ¿Quién puede quedarse en ella? ¿Qué pasa si no tengo recursos para alquilar otra vivienda?

En este artículo abordamos las principales respuestas jurídicas a estas preguntas, analizando los derechos de cada cónyuge y las soluciones legales existentes en España.

El derecho de uso de la vivienda familiar

Uno de los aspectos más importantes en un proceso de separación es la atribución del uso de la vivienda familiar. El artículo 96 del Código Civil establece que, cuando hay hijos menores, la vivienda suele asignarse al progenitor que queda con la custodia, con el fin de proteger su estabilidad y garantizar el interés superior del menor.

Esto significa que, aunque la vivienda sea de propiedad compartida o pertenezca en exclusiva a uno de los cónyuges, el juez puede otorgar el uso a quien tenga la custodia de los hijos. Se trata de una medida de carácter asistencial y prioritario para los menores, que prevalece sobre otros intereses patrimoniales.

En casos sin hijos, el criterio cambia: el uso de la vivienda puede atribuirse temporalmente a uno de los cónyuges, en función de sus necesidades y circunstancias económicas.

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Qué hacer si no tienes recursos para una nueva vivienda

Una de las dudas más frecuentes es: “me quiero separar pero no tengo dónde ir”. Esta situación es especialmente delicada cuando uno de los cónyuges no dispone de ingresos suficientes para alquilar o adquirir otra vivienda.

En estos supuestos, la vía legal pasa por:

 

    • Solicitar medidas provisionales: durante el procedimiento de separación o divorcio, se pueden pedir medidas urgentes para regular el uso de la vivienda, la custodia de los hijos y las pensiones.

    • Atribución del uso temporal: incluso sin hijos, un juez puede asignar el uso de la vivienda al cónyuge en peor situación económica, al menos de manera temporal.

    • Pensión compensatoria: si la separación deja a uno de los cónyuges en clara desventaja económica, puede solicitar una pensión compensatoria.

Custodia y vivienda: un binomio inseparable

Cuando hay hijos menores, la cuestión de la vivienda está directamente vinculada a la custodia. En la práctica, los jueces suelen otorgar el uso de la casa familiar al progenitor custodio, ya que se considera esencial para mantener la estabilidad de los menores.

Por ejemplo, en una custodia exclusiva, el progenitor que conviva con los hijos será quien permanezca en la vivienda. En custodia compartida, la situación es más compleja: en algunos casos, los padres se turnan en la casa familiar (“casa nido”), y en otros se atribuye el uso a uno de ellos mientras el otro debe buscar una alternativa.

El criterio rector sigue siendo siempre el interés superior del menor, recogido en la legislación y reiterado en la jurisprudencia.

Qué ocurre con la hipoteca o el alquiler

Otra cuestión frecuente es qué sucede con la hipoteca o el contrato de alquiler de la vivienda cuando la pareja se separa.

 

    • Si hay hipoteca: la obligación de pago no se extingue con la separación. Ambos cónyuges seguirán siendo responsables frente al banco si son cotitulares del préstamo, aunque el uso de la vivienda se atribuya solo a uno.

    • Si es una vivienda de alquiler: la Ley de Arrendamientos Urbanos permite que el cónyuge al que se atribuya el uso pueda subrogarse en el contrato, aunque no figurara inicialmente como arrendatario.

En cualquiera de estos casos, lo importante es distinguir entre la propiedad y el uso: que uno de los cónyuges se quede en la vivienda no implica que pase a ser su propietario, salvo que posteriormente se produzca una liquidación del régimen económico matrimonial.

Medidas urgentes: la importancia de actuar rápido

Ante una separación, es habitual preguntarse qué hay que hacer para separarse si no se dispone de medios económicos suficientes. El primer paso es presentar una demanda de separación o divorcio y solicitar medidas provisionales al juez.

Estas medidas regulan de forma inmediata cuestiones esenciales como:

 

    • Quién usará la vivienda familiar.

    • La custodia de los hijos y el régimen de visitas.

    • La fijación de pensiones de alimentos o compensatorias.

De este modo, se evitan situaciones de indefensión y se garantiza cierta estabilidad mientras se resuelve el procedimiento principal.

Apoyo institucional y ayudas disponibles

Además de las soluciones legales, existen recursos públicos para quienes atraviesan una separación sin medios económicos. Algunas comunidades autónomas y ayuntamientos ofrecen ayudas específicas al alquiler, becas para hijos o programas de mediación familiar.

En situaciones de especial vulnerabilidad, también es posible acceder a servicios sociales que facilitan alternativas temporales de alojamiento. Aunque estas medidas no sustituyen al marco jurídico, pueden aliviar la carga práctica de “no tener dónde ir” tras una separación.

El papel clave del abogado de familia

Ante la inseguridad que genera no saber dónde vivir tras una separación, contar con un especialista en derecho de familia es esencial. Un abogado puede:

 

    • Explicar las consecuencias legales de la separación según tu situación económica y familiar.

    • Asesorar sobre la mejor estrategia en relación con la vivienda familiar.

    • Tramitar medidas provisionales para garantizar un techo inmediato.

    • Negociar acuerdos con la otra parte que eviten largos procesos judiciales.

En Lawyerlex trabajamos con un enfoque integral: defendemos los derechos de nuestros clientes y, al mismo tiempo, priorizamos la protección de los hijos y la estabilidad familiar.

Si Te separas y no tienes dónde ir no estarás desprotegido con nosotros

Separarse conlleva siempre incertidumbre, y una de las mayores preocupaciones es la vivienda. Sin embargo, la legislación española contempla diferentes mecanismos para proteger a los cónyuges y, sobre todo, a los hijos menores.

Si te encuentras en la situación de pensar “si me separo no tengo dónde ir”, es importante que sepas que existen soluciones legales, medidas provisionales y apoyos institucionales. Con el acompañamiento de un abogado de familia especializado, podrás afrontar este proceso con mayor seguridad y claridad.

En Lawyerlex ponemos a tu disposición nuestra experiencia para guiarte en cada paso del camino.

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