MARIBEL PÉREZ SEPÚLVEDA

Tras casi 20 años de ejercicio profesional, hoy en día sigo sintiendo la misma ilusión y responsabilidad que el primer día que empecé.

Recuerdo, como si fuese ayer, mis primeros pasos en las oficinas judiciales, el gran reto que supuso la primera vez que me senté en unos estrados y la alegría y satisfacción que sentí cuando un compañero/contrario se acercó a felicitarme personalmente tras la terminación del juicio. Cientos de recuerdos vienen a mi mente cuando echo la vista atrás. Cientos de historias, de anécdotas…montones de acontecimientos que conforman un pasado profesional lleno de experiencias fascinantes.

Estoy absolutamente convencida de que la vocación que me movió a ejercer como abogada ha ido marcando mi carácter y mi personalidad a lo largo de todos estos años hasta llegar a convertirme en la persona que soy hoy.

He sido hija, esposa y madre… pero, ante todo, siempre he querido ser una excelente profesional y estar “a la altura” en la ejecución de mi trabajo. Posiblemente me quede mucho para alcanzar esa “excelencia jurídica” que perseguimos todos los abogados (no me cabe duda) pero la ambición y el tesón que aún me mueve, me siguen llevando a dedicar gran parte de mi tiempo a la lectura, el estudio, la formación, el diálogo, la escucha, la atención y, en definitiva, a cualquier actividad que pueda ayudarme a defender, cuidar y mimar los intereses de aquellas personas que ponen en mis manos el presente y el futuro de sus vidas y sus circunstancias.

Y a ellos he de darles las gracias.

Mi más rendido agradecimiento por tanta confianza depositada en mi persona, por tantas ganas de luchar o de no ser vencidos, por su ahínco en no rendirse, por su valentía y determinación.

A todos ellos quiero decirles que me enorgullece haber formado parte de sus vidas y que me siento profundamente agradecida por haberme permitido estar a su lado en sus éxitos e, incluso, en sus fracasos. GRACIAS a todos ellos por haberme elegido y por ser la razón de mi empeño, aún hoy, en seguir buscando LA JUSTICIA.